sábado, 27 de enero de 2007

Que dura es la vida

Hoy os voy a hablar de un sindrome poco conocido: el SRSG (Sindrome del residente saliente de guardia), ayer lo vivi en mi propia piel, y sospecho que no sera la primera ni la ultima vez. Cuando haces guardias de 24 horas tienes, por ley , derecho a descansar las 24 siguientes, pero a veces la realidad es muy distinta. Hay veces, (con un poco de suerte) que las noches son tranquilas y puedes dormir unas horas. Realmente no es un sueño reparador, sino una especie de "duermevela", con un movil pegado a la oreja que puede sonar en cualquier momento sin saber que es lo que te vas a encontrar, es precisamente esa incertidumbre lo que te impide descansar y mucho menos dormir bien. Sin duda el peor momento es aquel en el que suena tu movil, miras la hora con la esperanza de que hayas dormido al menos un par de horas y contestas. La enfermera te informa brevemente del caso, te calzas y lavas los dientes rapidamente y sales hacia los boxes. Mientras andas por los pasillos desiertos ya vas pensando en que pruebas pediras incluso esbozando el tratamiento , y sin darte cuenta, te vas agobiando...(llamare al adjunto?, vendra de buenas?...) y ni siquiera has visto al paciente. Si todo va bien en dos horas habras resuelto el caso, bien por haberle dado el alta o bien por dejarlo en observacion. Pero...horror, te asomas a la ventana y ves los primeros rayos de sol, mala suerte, el ultimo sueñecito no va a ser posible. Es tiempo ahora de echar un cafecito y realizar tareas tales como mirar el correo, leerte temas que no lleves muy bien...(es curioso pero en una guardia siempre encuentras cosas para estudiar, mientras que en casa, suponiendo que tengas ganas, nunca sabes que mirarte). Hasta que por fin se hacen las 8 de la mañana....se cumplen 24 horas en el hospital, el silencio de la noche desaparece, la gente entra a trabajar, cambio de turno de enfermeria y ..se levantan los adjuntos. Ahora toca comentarles los casos que has visto de noche, decidir sobre aquellos que aun siguen en observacion, dar algun alta pendiente...Ahi llega el primer bajon, todo el mundo esta muy fresco y tu llevas 24 horas encima, deberias estar cambiandote para irte, pero todavia no has resuelto tus casos, tus neuronas ya empiezan a fallar, tus movimientos se enlentecen, y tu voluntad se ve mermada por la falta de sueño. Tras , por fin terminar tu trabajo, decides marcharte, pero (no se por que), te entra un repentino interes por los pacientes que has ingresado, y decides subir a planta (total por 15 minutos...), ahi comienza la perdicion, la hora del cafe se acerca, te encuentras con tus compañeros y unos amigables adjuntos que haran lo que sea para que te quedes a pasar la planta. Es como una especie de sindrome de Estocolmo, podrias haberte marchado...pero una fuerza invisible y misteriosa te retiene en el hospital. A estas alturas de la mañana la sensacion de sueño ha desaparecido, se parece mas a un dia normal, si no fuera por esa vision borrosa, la verborrea insulsa y una curiosa sensacion como de andar "flotando", amen de la falta de voluntad. Casi sin darte cuenta, has tomado cafe, has pasado planta con tu adjunto, has escrito los tratamientos de los ingresados...y te diriges al vermouth (Son las 2 de la tarde, se cumplen 30 horas en el hospital)
Para un adjunto , un SRSG es sin duda su mejor compañero de trabajo, sabe que tiene enfrente a un hibrido entre "zombie" y "pringado", que aceptara sin rechistar todo tipo de ordenes y criticas, reira chistes malos, cargara con carpetas , historiales y demas....porque esta saliente de guardia, todo le da igual, no tiene voluntad ni fuerzas ni siquiera para irse a casa.
Por fin se hacen las 3, hora de marchar, 31 horas currando, no tienes hambre ni sueño...en teoria el mejor momento del dia...pero llegas a casa y siempre te invade la misma pregunta:
¿y ahora que hago?

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