Resulta duro de asimilar, pero me encuentro de nuevo en casa, con mis pulmones llenos de aire fresco y cargada de sensaciones positivas tras este viaje. Tanto Praga como Berlin no me han podido dejar mejor sabor de boca. Ahora me queda la tipica sensacion post-vacacional, a caballo entre depresion y "regustillo", ya con vistas al proximo destino. No obstante no todo es malo, por fin decimos adios al verano y sus calores, las guardias agotadoras y los mogollones de gente por todos lados. Todo vuelve a su cauce y la verdad, se agradece. Cuando haya solventado los lios de deshacer las maletas y organizar todo, pasare al ordenador las mas de 700 fotos que he hecho e ilustrare con ellas esta humilde pagina. Hasta entonces!
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