Pues me temo que sí, pese a que el calor aprieta como nunca ( o esa es mi impresión) , el verano toca a su fin. La traca, los fuegos y el "pobre de mí" que aún resuena en mi cabeza marcan el final del bikini y el principio del final. Estos días he podido disfrutar de los festejos populares en paz y armonía, con memorables momentos bañados en agua y alcohol y , por supuesto en inmejorable compañía...por eso hoy es un día soso, vacío y mezclado de sudor, resaca y falta de sueño.
Sin embargo...no todo es tan gris. Por motivos ajenos a mi voluntad todavía dispongo de 29 días hábiles de vacaciones que no se muy bien como utilizar. Ante mí se abre un inesperado abanico de posibilidades que hacen mi existencia mas llevadera, es como cuando hace 15 años atrás, y por estas mismas fechas me debatía en qué gastar los corticoles...
Podría ponerme a dieta, hacer deporte, empezar una colección de planeta-agostini, ordenar fotos, limpiar el disco duro, estudiar, construir mi propia casa de muñecas, escribir un poema...
y es que....al fin y al cabo septiembre no es tan malo
No hay comentarios:
Publicar un comentario