
Cruda, real, ambientada en la América de los años 50, que bien podría tratarse de la Europa de los 70. Una pareja diferente con problemas comunes, un escenario teatral, y un desgarrador desenlace. Película densa, con multiples conclusiones y frases que extraer, para pensarla y saborearla. Magnífico guion y dirección ( Sam Mendes, director de American Beauty no defrauda), y mejor interpretacion, con el morbo sobreañadido de ver a Leo, Kate y Cathy
Bates reunidos 11 años después de Titanic. La química fluye...huele a Oscar...
1 comentario:
BIEN, BUENA CRITICA Y EXCELENTE TEXTO
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