COMEDOR ESCOLAR

La semana pasada tuve el atrevimiento de cruzar por la acera de mi antiguo colegio a la hora de comer, como hacía calor habían abierto las ventanas del comedor y, sin darme tiempo a reaccionar mis fosas nasales ya se habían empapado del inconfundible aroma de la verdura mutante. Una gran y melancólica naúsea recorrio mi cuerpo y automáticamente mientras volvía a casa me puse a recordar aquellos gloriosos tiempos en que comer era un suplicio para mí, la hora de la comida que ahora tarda tanto en llegar, era una hora temida y a pesar de estar rodeada de mis compañeros y amigos del cole se convertía en un verdadero suplicio, todo gracias a la comida del colegio.

Hemos recopilado una selección de los grandes éxitos de los comedores escolares, seguro que todavía vigentes aunque variables debido al paso de los años:

-La verdura mutante: Modificada genéticamente con el fin de imposibilitar su identificación. De olor y sabor nauseabundos y para nada parecidos al de la verdura normal. Acompañada de patatas de similares caracteristicas. Con el tiempo hemos sabido que solían alternar varios tipos de verduras según temporadas, todas de similar aspecto. Su olor inundaba clases, patio incluso varios kms a la redonda. Era preferible comerla, pues si se te la llevabas en el bolsillo del abrigo, ese olor te acompañaría para siempre.

-Sopa de ave: Hecha en su totalidad de agua y conservaba las características de ésta: incolora, inodora e insípida, por lo cual era preferible tomarla en frío y empezar por el segundo. A veces llevaba fideos y otras veces trozos de huevo duro. Un plato muy agradecido de comer por estas caracteristicas. En primavera era sustituida por ensalada ilustrada, que , a pesar de estar ilustrada solo con lechuga y tomate y llevar litros de vinagre y sal, nos hacía dar botes de alegría.

-Salchichas "franfour" (así lo escribían): De dudosa procedencia y composición. Tenían la consistencia del blandi-blub y compartían con el agua una de sus propiedades físicas: adoptaban la forma del recipiente que las contenían. Con sólo tocarlas con el tenedor se doblaban y deshacían. Supongo que debido al hecho de que estaban cocidas y no fritas ( y se les pasó el tiempo de cocción). Un plato muy temido por mí pero que a mucha gente le gustaba, por lo que nunca tuve problemas para deshacerme de ellas, bastaba con sentarte al lado de un "comesalchichas" que solian comerse las de todos que estuvieramos dispuestos a darselas y encima te daban las gracias...

-Garbanzos-perdigón: En este caso faltaban varias horas de cocción. Unos garbanzos que ponían a prueba la dentadura de cualquier niño hambriento. Al intentar "escacharlos" con el tenedor salían volando y en éste sólo quedaban restos de su piel, que se desprendía con facilidad. No es que estuvieran muy malos, pero resultaba "incómodo" masticarlos. Tenían la variante "judías-perdigón", algo mas molesta debido a sus efectos sobre la digestión de los gases...

-Bloque de arroz: Todo un clásico. Granos de arroz perfectamente soldados formando un liso y blanco "tormo" que debías cortar con el tenedor y acompañar de abundante pan y agua al deglutir. Debido a su consistencia era muy agradecido para llevarte en el bolsillo del abrigo. Ademas de no manchar y no oler. Tenía la variante "bloque de macarrones", mucho más comestible debido a su guarnición de tomate frito y trozos de chorizo.

-Pescado a la romana: Su rebozado aceitoso y el vinagre de la lechuga acompañante hacían ( al igual que con la verdura mutante) imposible su identificación. Ahí hicimos nuestras primeras prácticas de disección en busca de espinas y al separar la piel grasienta. Al meterlo al bolsillo dejaba un detator "roncho" de aceite, que venía acompañado de bronca de tu madre, lo que obligaba a comerlo en muchas ocasiones.

Continuara....

PD. Agradecer a los que me habeis ayudado a esta recopilación, La verdad me lo he pasado muy bien escribiendolo jajaja!!

Para la próxima mas. Se admiten sugerencias!